Por Valentín Pacho (*)

En el Perú desde el 7 de diciembre del 2022 la dictadura cívico militar criminal, encabezado por el repudiado Congreso Nacional de mayoría de derecha neofascista, los mandos de las fuerzas armadas y policía, y su presidenta títere Dina Boluarte, han intensificado el asesinato de ciudadanos. Lo ocurrido en Juliaca el 9 de enero, es una masacre de lesa humanidad, más de 17 ciudadanos han sido asesinados y centenares de heridos graves, perpetrados por las fuerzas represivas, sumando con las víctimas de Ayacucho, Apurímac, y otras regiones, bordea medio centenar de vidas humanas que claman castigo para los criminales.

La dictadura congresal neofascista, está manchado de sangre del pueblo: por lo tanto, la presidenta títere Dina Boluarte, Primer ministro Alberto Otárola, ministros del Interior y Defensa deben dimitir de inmediato y ser sometidos a sanción ejemplar.

Ha causado mayor indignación y condena el discurso desafiante y amenazante del premier Alberto Otárola, quien con una serie de mentiras intenta justificar la masacre de ciudadanos. Queda claro que la respuesta de la dictadura frente a las protestas, es solo matar, porque significaría la demostración de la firmeza de un gobierno de apariencia democrática, pero realmente dictatorial.

Muy diferente es lo acontecido en Brasil, pese la inmensa destrucción y asalto al Palacio legislativo, Tribunal Supremo y Palacio de gobierno, perpetrados por neofascistas; sin embargo, no se ha producido ni un solo ciudadano brasileño asesinado, porque el presidente Lula Da Silva ordenó, no utilizar armas letales, porque es gobierno realmente democrático; mientras que en nuestro caso, es dictadura criminal.

Los culpables de la grave crisis en el que se debate el pueblo peruano, son el nefasto congreso de mayoría neofascista y corrupta, la Fiscalía de la Nación, gran parte del Poder Judicial, la prensa monopólica corrupta, las cúpulas del clero, los que perdieron elecciones, poderes económicos empresariales, quienes impulsaron el agravamiento de la crisis e ingobernabilidad: por eso apoyan a la dictadura acompañados por la derecha internacional.

Por lo tanto, no puede haber dialogo con la dictadura criminal; las principales demandas políticas de las poblaciones que protestan son muy claras: las protestas del pueblo exigen la inmediata renuncia de Dina Boluarte, cierre del Congreso, previo cambio de mesa directiva, inmediatas elecciones generales, referéndum, Asamblea Constituyente.

¡Honor y gloria a los caídos en lucha! ¡Los crímenes no quedarán impunes!

(*) Ex secretario general de la CGTP, ex senador de la República del Perú