Por Valentín Pacho (*)

El 19 de julio del presente año, se realizó exitosamente, la gran marcha movilizadora unitaria de los pueblos del Perú, convocada por la Coordinadora Nacional Unitario de Lucha (CNUL) de la cual es parte la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), contra la criminal dictadura cívico-militar-empresarial, para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso corrupto.

Significó el resurgir del legado del histórico Paro Nacional del 19 de julio de 1977 convocada por la CGTP que exigía, el fin de la dictadura de Francisco Morales Bermúdez. En respuesta desató feroz campaña con mentiras y amenazas, bajo la acusación de comunistas a los líderes del paro; sin embargo, tuvo que irse derrotado, pero dejó patentado su venganza: Ordenó el despido de cinco mil de los principales dirigentes sindicales miembros de la central mariateguista.

La actitud de la dictadura congresal cívico militar y su marioneta Dina Boluarte, es peor; pues desde el 7 de diciembre asesinó a 70 luchadores sociales cuyos responsables intelectuales y ejecutores siguen impunes; desarrolló campaña sucia de mentiras y amenazas mediante la prensa monopólica; pero la dictadura quedó desenmascarada y desautorizada por sus falacias: La protesta nacional el 19 de julio, fue contundente en todas las regiones del país y en la capital Lima. Y, no hubo terrorismo, el “terruqueo” de la dictadura fracasó. Los violentistas y agresores son las fuerzas represivas, como ha quedado demostrado ese día como pueden verificar en la prensa alternativa independiente nacional e  internacional.

La gran gesta del 19 de julio de 1977 y la del 2023 hay coincidencia en la demanda por el fin de la dictadura, pero la cuestión del poder está ausente, solamente “que se vayan todos”; entonces cabe la pregunta ¿Quién los va a reemplazar?

Es necesario dar respuesta a las masas que se están sumando a la convocatoria de CNUL, éste puede ser el espacio de la acumulación de fuerzas que se viene forjando, construyendo un gran factor de poder popular con el fin de promover un programa común alternativo frente a la derecha neofascista que viene armando la continuidad, para las elecciones que pueden darse en cualquier momento y no necesariamente en 2026 debido a la crisis e inestabilidad. En ese contexto, es importante la convergencia de las fuerzas sociales y populares de carácter unitario.

Importantes organizaciones sindicales como la CGTP, la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP) y organizaciones sociales populares y políticas como el Partido Comunista Peruano (PCP) acorde con sus principios y trayectoria histórica apuestan por la construcción unitaria del poder popular hacia una nueva gobernabilidad y, así promover cambios en beneficio de las grandes mayorías víctimas del capitalismo salvaje o modelo neoliberal corrupto acrecentando la lucha en todos los espacios particularmente la lucha política e ideológica.

*Ex secretario general de la CGTP, ex senador de la República / Lima, 200723