El Primero de Mayo y la lucha de clases

Por Valentín Pacho / Ex secretario general de la CGTP y ex secretario general adjunto de la FSM
El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, cabe algunas reflexiones; esta fecha emblemática que se oficializó a raíz de la condena a la pena de muerte a los ocho sindicalistas norteamericanos todos ellos emigrantes, por haber encabezado la huelga iniciada el 1 de mayo en Chicago-Estados Unidos en 1886 para demandar el derecho a las 8 horas de labor en lugar 14 y 16, históricamente recordados como los “Mártires de Chicago”; por tanto, no es una fiesta o Happy Birthday, es día de reflexión y lucha.
Durante el siglo XIX, con el auge de la revolución industrial en Inglaterra y otros países de Europa y en Estados Unidos, generó el crecimiento de la clase obrera pero sometidos a explotación despiadada, por los dueños de los medios de producción o sea los capitalistas, como repuesta generó lucha intensa por las principales reivindicaciones y derechos de los trabajadores.
Las acciones de lucha, fue en base a organización, orientación política e ideológica; así surgieron tendencias: los anarquistas, socialistas y comunistas; por ejemplo, los “mártires de Chicago” fueron anarquistas, tal es así que en 1864 se constituyó en Londres, la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o también denominado la Primera Internacional, aglutinó a los representantes de trabajadores de los países de Europa de las tendencias aludidas. Ahí participó Carlos Marx y Federico Engels, quienes ya eran conocidos por la publicación del Manifiesto Comunista en 1848; significa que los que fundaron AIT tenían formación teórica y por ende conciencia política.

En el siglo XX los trabajadores y sus sindicatos en Europa y en los demás continentes como en América, tuvieron avances importantes y al producirse el triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia de 1917 liderada por Lenin, sacudió la conciencia de vastos sectores de la clase obrera, campesinos, intelectuales y poblaciones del planeta como también la Revolución Mexicana en América Latina; sus repercusiones incidieron en el fortalecimiento de los sindicatos. Después de la Segunda Guerra Mundial con la derrota del nazi fascismo infligido por el Ejército Rojo de la Unión Soviética, los trabajadores, lograron conquistas y derechos trascendentales, los empresarios y gobiernos tuvieron que ceder, por ejemplo, en Europa por temor a la influencia del socialismo soviético, lo mismo sucedió en el resto de los países de otros continentes.
De tal suerte que, la gran mayoría de los dirigentes sindicales y sus afiliados, asumieron posición política lo que definió, la lucha de clases; dando origen a dos tendencias sindicales en el mundo en función de sus intereses de clase: el sindicalismo reformista y el sindicalismo clasista representado por la Federación Sindical Mundial (FSM).

CRISIS ACTUAL DEL SINDICALISMO
En 1990, se procesó el “nuevo orden mundial”, promovida por las corporaciones empresariales económicas globales e implementadas por gobiernos de Ronald Reagan de Estados Unidos y Margaret Thatcher de Gran Bretaña y al producirse la disolución de la potencia socialista mundial; la Unión Soviética, produjo crisis de credibilidad en los partidos comunistas y en los de izquierda; y, por consiguiente, se consolidó la globalización neoliberal. Tal acontecimiento, repercutió en el movimiento sindical y también generó crisis; en el debate ideológico, el neoliberalismo ganó terreno, por walkover, lo que ocasionó el proceso acelerado de despolitización y desideologización de las masas y por consiguiente, se ha ido perdiendo la conciencia de clase o conciencia política.
SITUACIÓN ACTUAL
Hablemos claro, en el caso del Perú, los que gobiernan realmente son los poderes económicos, los grandes empresarios como los banqueros, organizados y sólidamente unidos en la CONFIEP, constituyen la clase dominante; para ello cuentan con sus marionetas o mercenarios como el Congreso mafioso, el poder Ejecutivo con su títere asesina Dina Boluarte, Tribunal Constitucional, Defensoría del Pueblo, gran parte del Poder Judicial, los mandos militares y policiales, prensa hegemónica y otros, al servicio de la clase dominante.
Mientras que, los trabajadores bien desunidos repartidos en cuatro centrales: CTP, CAT, CUT y la CGTP la más representativa, pero enfrenta dificultades y los sectores que se consideran de izquierda también bien desunidos repartidos en varias fracciones. Estamos ante esta realidad.

LA LUCHA ACTUAL ES POLITICA E IDEOLOGICA
Hay que asumir la crítica y la autocrítica, el reto de los trabajadores y sus sindicatos de hoy, es reafirmar la conciencia de clase y ser la fuerza revolucionaria, para enfrentar a la clase dominante; una masa de trabajadores por más numerosa que sea sin conciencia de clase y política, es solo un rebaño arrastrados en el economicismo reivindicativo para sobrevivir, en ese camino su situación cada vez se deteriora y los gobiernos neoliberales les van anulando sus derechos y conquistas, como ha ocurrido desde 1990.
La clase obrera con conciencia política, fortalece la lucha junto a las fuerzas sociales progresistas populares en la toma del poder para expulsar a la mafia de mercenarios serviles enquistados en los órganos del Estado. La lucha es política e ideológica, luchamos contra el sistema capitalista neoliberal, para derribarlo e instaurar una sociedad en el que el bienestar del ser humano sea prioridad: el socialismo sigue siendo la esperanza
¡Viva el primero de mayo! ¡Viva el internacionalismo proletario!
Lima-Perú, 29 de abril 2025